domingo, 14 de diciembre de 2008

HALLAZGO DE UN CEREBRO DE 2000 AÑOS

Una noticia realmente interesante saltó el día 12 a los medios. El descubrimiento de un cerebro intacto de hace 2000 años.

Las excavaciones llevadas a cabo en Heslington East, al norte de Inglaterra, por el York Archaelogical Trust y a petición de la Universidad de York, dieron como fruto el hallazgo de un cráneo que en su interior guardaba una extraña sorpresa, un cerebro conservado.

La calavera encontrada en una fosa de características lodosas, había sido separada del tronco de su propietario en algún momento antes de la invasión romana de Bretaña, comentó Richard Hall, director del York Archaelogical Trust. La descubridora del cráneo, Rachel Cubbitt, se percató que la calavera podía contener un cerebro cuando notó que algo se movía en el interior mientras la estaba limpiando, afirmó Hall. Cubbitt observó el interior del cráneo a través del foramen magnum (el orificio de la base del cráneo) y comprobó que había una extraña sustancia amarillenta. Posteriores análisis llevados a cabo en el Hospital de York confirmaron que se trataba de un tejido cerebral con más de 2000 años de antigüedad. Este cerebro, el más antiguo encontrado en Gran Bretaña, fue calificado como un fenómeno de la conservación.

Hall afirmó que el cerebro se había contraído durante años y que algunas partes de este ya han sido identificadas, pero que se necesitarán más investigaciones. Para Hall sigue siendo de momento un misterio el por qué separaron y enterraron la cabeza separada del tronco. Es posible que se tratara de un ritual de sacrificios humanos, concluye Hall como posible explicación.

La arqueóloga de la Universidad de Bradford Sonia O'Connor, añadió que es muy extraño que el cerebro sobreviva en lugar de algún otro tejido blando, además hizo énfasis en la buena conservación del especimen hallado.

Por otra parte, Chris Gosden, profesor de arqueología de la Universidad de Oxford, afirma que el cerebro encontrado en Heslington East es poco probable que aporte nuevos datos de tipo neurológico, ya que la estructura cerebral del hombre no ha cambiado nada en los 2000 últimos años. De todas formas Gosden confirmó que el cerebro es el más antiguo encontrado en Gran Bretaña, pero hay otros con una datación más antigua encontrados en la turba de un pantano de Windover Farm, Florida en 1986. Allí se encontraron docenas de cráneos enteros e intactos y con una antigüedad de 8000 años. Continúa Gosden informando que el cerebro encontrado en York esta siendo mantenido en un entorno medio ambiental controlado, facilitando así su conservación para posteriores estudios. Hasta aquí la noticia.

Aunque sin desmerecer el hecho de hallar tejidos vivos tan antiguos y conservados, creo que el entorno antrópico donde se ha encontrado el cráneo y las circunstancias del enterramiento son más interesantes que lo que realmente pueda aportar el cerebro propiamente dicho. Es decir, a tenor histórico y arqueológico es más importante el hecho de que la cabeza estaba cercenada y enterrada separada del cuerpo. Yo también me inclino a pensar como el profesor Hall en que el origen de tal enterramiento esté en un ritual o bien en algún tipo de castigo. Algo parecido a lo que hacen los islamitas radicales con los ladrones, cortarles las manos. Así un estudio bien realizado y acompañado de más descubrimientos de cadáveres (con o sin cerebro conservado) nos daría una visión más amplia de las costumbres de los pobladores de aquella zona antes de la llegada de los romanos. No en vano la zona de Heslington East es una zona de alta potencia arqueológica , ya que a principios de este año se descubrió una tumba que contenía los restos de un hombre del siglo IV que fue una de las primeras víctimas de la tuberculosis en Gran Bretaña.

Ahora solo nos resta esperar el resultado de las investigaciones y ver que información nos puede proporcionar el análisis del cerebro junto con el contexto en que fue hallado.

Salud, The Damned.

domingo, 7 de diciembre de 2008

DOS TRADICIONES PERDIDAS



Últimamente, y más con las fiestas navideñas en la esquina, uno se da cuenta de que las tradiciones se van perdiendo sin remisión. Muchas carecen ya del sentido que tenían y otras ya están perdidas para siempre. Tradiciones que se vivieron intensamente en su época y que fueron muy importantes para las personas que las celebraban, pero que hoy día han caído en el rincón más oscuro del baúl de los recuerdos colectivos. Nuestra sociedad occidental y europea va perdiendo los valores tradicionales a favor de unos valores claramente comerciales. No descubro nada nuevo cuando digo que la Navidad y la Semana Santa, al menos en Europa, han perdido ya gran parte de su sentido religioso y se han convertido en unas fechas exclusivas para gastar dinero la primera y en un adelanto de vacaciones las segundas. También es triste pensar en la multitud de fiestas que ya han desaparecido del calendario acompañadas de las tradiciones que hoy día ya nadie conoce.

Aquí me gustaría resaltar dos tradiciones que se han perdido y que se solían llevar a cabo tal día como hoy, es decir, los días 7 y 8 de diciembre. Pasemos a ver la primera.

En Colombia el día 7 de diciembre tienen una particular costumbre, encender en las ventanas y en la calle una serie de velitas y farolillos rojos como celebración de la víspera de la festividad de la Purísima Concepción de María, que se celebra el día siguiente. Es una curiosa costumbre que siempre me ha llamado la atención y que pocos me han sabido decir cual es su origen. Hasta ahora yo pensaba que era una fiesta originaria de aquellas tierras, pero hoy, hojeando el Costumari Català del inefable Joan Amades, me he encontrado con que esta celebración con velitas se había realizado en Catalunya tiempos atrás y que por desgracia se ha ido perdiendo en nuestras tierras. Pero no se ha perdido allende el atlántico, donde ha perdurado al menos en territorio colombiano. Es un ejemplo de que las tradiciones cristianas antiguas se llevaron al nuevo continente y arraigaron profundamente allí hasta nuestros días. En cambio aquí en Europa las antiguas tradiciones se han ido perdiendo o bien se han ido trastocando en fiestas meramente comerciales, sin sentido religioso o tradicional alguno.

La celebración en Catalunya del encendido de luminarias el día siete tenía un origen secular y nos cuenta Amades que la festividad de la Purísima Concepción fue una fiesta muy señalada para la población, conservándose la tradición hasta el siglo XIX. Se anunciaba la solemnidad de la fiesta con un repiqueteo de campanas hasta el toque de oración celebrado a la caída de la tarde. Tras la celebración de la liturgia la gente encendía en las ventanas y balcones de sus casas, unos pequeños recipientes de barro recubiertos con material refractario, provistos de aceite y cordoncito de algodón o cáñamo. Las personas con más dinero o mejor posición social acostumbraban a quemar velitas de cera, que solían ser mucho más caras.

La otra curiosidad perdida era la costumbre de poner el día 8 en las puertas de las casas, a modo de saludo y bienvenida, un cartel con la leyenda de Ave María Sin Pecado Concebida que reafirmaba la fe de los habitantes de la casa y que se acostumbraba a cambiar cada año con cierta solemnidad. En las tiendas, el mismo día de la Concepción, se colgaba en la entrada del establecimiento un cartel con un jeroglífico, que se solía también cambiar cada año, y que tenía por objetivo ponderar la devoción de aquellas personas por la Virgen y su Concepción. Aquí les presento par de estos carteles y jeroglíficos, publicados en el Costumari Català y que fueron propiedad del autor. En el jeroglífico podemos ver este tipo de carteles e intentar descifrar lo que quería decir. Esta imagen, que por sus grafismos parece pertenecer al siglo XVIII, es una curiosidad ya olvidada. La traducción del jeroglífico sería: “Todo el mundo en armas aclama esta flor y dice que sois concebida sin pecado original” La interpretación pertenece al propio Joan Amades.

Como anécdota final me gustaría comentar que en el siglo XVIII la gente en Barcelona iba visitar el día de la Purísima el castillo de Montjuïc y la desaparecida Ciutadella, fortaleza militar erigida por Felipe V para controlar a la díscola ciudad Condal. Esta tradición, cita Amades, era debida a que: “... el rey Carlos III había declarado a la Virgen de la Purísima como patrona de los dominios españoles; por eso la tropa vestía de gala las fortalezas, tirando salvas de cañonazos reglamentarios y permitiendo al pueblo visitar fortalezas y castillos.”

Es obvio que las sociedades evolucionan y los parámetros cambian y se adecuan a los tiempos que les toca vivir. Hoy día, por ejemplo, veríamos como algo baladí poner los cartelitos con jeroglíficos en las tiendas y en nuestras casas. Hemos perdido tradiciones propias importando tradiciones ajenas que poco o nada tienen que ver con la idiosincrasia catalana o española, como por ejemplo el regalo del 24 de diciembre, traído por un Papá Noel extraño a nuestra cultura o bien el árbol de navidad, costumbres éstas de latitudes más septentrionales y que han ido extendiéndose por todo el mundo.

En fin, es inevitable que las tradiciones mueran, no podemos hacer nada por ello, es el precio que hay que pagar por la evolución social. Pero sí que podemos evitar que caigan en el olvido y animar a que los folcloristas, como Joan Amades en su momento, recojan las que todavía se conservan y las guarden como un tesoro de un gran valor histórico, tradicional y patrimonial. Esperemos que así sea.

Salud, The Damned.

Bibliografía:

Costumari Català, vol. XVI Desembre. Joan Amades. Edicions 62 , Barcelona.