sábado, 31 de mayo de 2008

UNA NUEVA TRIBU EN EL AMAZONAS

El día 30 de mayo apareció una escueta pero importante noticia. La agencia alemana Reuters comunicaba la noticia de una expedición que había fotografiado a unos 10 indígenas en un claro de la selva amazónica, situado en el margen izquierdo del río Envira, en el Departamento de Acre, en la frontera entre Perú y Brasil. Este grupo puede formar parte de las 100 comunidades indígenas aisladas que no quieren entrar en relación con el hombre blanco para evitar su propia destrucción, según informa la organización Survival International.

La expedición estaba organizada por la Fundación Nacional del Indio de Brasil (FUNAI), que sobrevoló con una avioneta la zona en cuestión. Se tomaron varias instantáneas del poblado. En ellas puede verse a un grupo de indígenas ataviados sólo con taparrabos y con actitud hostil hacia la avioneta, apuntándola con sus arcos y flechas. Algunos de ellos llevan todo el cuerpo pintado de negro y otros de rojo. Varias de estas instantáneas muestran a varios componentes saliendo de las chozas para observar a la avioneta. José Carlos Meirelles, miembro de FUNAI y responsable de la expedición, declaró:

“ Los indios corren peligro debido a la tala ilegal en el Amazonas. Lo que ocurre en la región es un crimen contra la naturaleza, contra las tribus y contra la fauna. Constituye, además, un testimonio más de la completa irracionalidad con la que nosotros, los civilizados, tratamos a nuestro mundo.”

De hecho, según Meirelles, el objetivo que se perseguía con la publicación de las fotos, era concienciar al resto del mundo sobre el peligro que corren estas comunidades por culpa de la tala ilegal de bosque húmedo y selva en el Amazonas.

En una entrevista realizada por la página independiente de información Soitu, con el propio Mereilles, éste informa que en realidad esa tribu ya era conocida desde 1910 y que incluso él había sido herido en el cuello con una flecha lanzada por un individuo de esa misma tribu.

La deforestación de la selva lleva un claro peligro a estas comunidades y Mereilles advierte que “la amenaza les hace vivir en constante huida. El número de tribus, no obstante, es imposible de determinarse con exactitud, ya que éste se deduce de los restos que los indígenas, como pueblo nómada, van dejando en la selva. Lo hacen a medida que cambian de domicilio ya que viven en constante huida por la amenaza del hombre blanco”.
Los peligros que acechan a estas comunidades indígenas son el contagio de enfermedades contra las que no tienen ningún tipo de inmunidad, así como la reducción de su hábitat e incluso los asesinatos llevados a cabo por los propios madereros ilegales.

Hasta aquí un breve resumen de la noticia, que tras el anuncio del avistamiento de estas gentes enseguida deriva hacia un llamamiento a la conciencia moral y a la protección de éstas últimas comunidades prístinas.

Desde aquí también quiero unirme al llamamiento en defensa de estos seres humanos en estado puro, sin malear y de los cuales debemos todavía aprender mucho.

Pero la otra cara de la noticia es la vertiente histórica y antropológica. El hecho de poder hallarnos ante una tribu no maleada por el hombre civilizado, sería una oportunidad única para comprender como se desarrollaron las antiguas culturas en la zona. Tener de primera mano una información preciosa que nos daría una imagen más aproximada del carácter único de ellos y poder compararlos con culturas similares de otros puntos del globo. Creo que lo ideal sería enviar a un grupo de antropólogos a contactar con esa tribu y sacar el máximo que se pueda de información. Opino que la mejor forma sería actuar como cuando en arqueología se hacen excavaciones de urgencia, es decir, sacar toda la información disponible, documentar bien el yacimiento y dejar que lo que causó la urgencia siga su curso. En muchos casos, la mayoría consiste en la destrucción del yacimiento o el cubrimiento de nuevo de los restos.Volviendo a la tribu, lo idóneo es enviar un pequeño grupo de científicos, sacar la información y después olvidar que esa comunidad existe. No dar más indicios de su ubicación y protegerlos de la invasión civilizadora. Esperemos que esto sea así y que la noticia no lleve a más de algún inesperado aventurero por aquellos lares.

Esta noticia me trae a la memoria un caso que fue muy sonado en su época. El descubrimiento, en Filipinas, de una tribu que estaba sumida en el más puro paleolítico, los Tasaday. La noticia dio la vuelta al mundo en 1971. El director de la oficina de las minorías de Filipinas, Manuel Elizalde, anunció el descubrimiento de esta tribu que iba totalmente desnuda, vivía en cuevas y no conocía ni la violencia ni la guerra ni tan siquiera el fuego. Algo impresionante y un hito en la antropología. Todas las universidades, incluso la revista National Geographic, se interesaron por este descubrimiento, pero a mediados de los 80 se descubrió el engaño. Resultó ser todo un montaje para atraer a las inversiones de las universidades a Filipinas . O incluso otro tipo de intereses ocultos. La pena en todo este asunto es que, lo que parecía ser una oportunidad excelente se convirtió en polvo y que fue otro de tantos fraudes que pusieron la miel en la boca solamente. Ahora tenemos la fortuna de resarcirnos ante una nueva oportunidad, no la tendríamos que desaprovechar. Pero mucho me temo que por culpa de la avaricia humana no tengamos opción de poder estudiar, siempre sin contaminar, a estos indígenas. Por tanto, mejor será que mientras no podamos estudiar sin perjudicar, salvemos y protejamos a estos seres humanos puros.

De links les dejo estos cuatro que siguen:

Noticia en el País

Entrevista de la página Soitu

La web de Survivor International

La web de Funai ( portugués)

Salud, The Damned


miércoles, 28 de mayo de 2008

ARQUEOLOGÍA DESDE EL CIELO

A todos los que vivimos el mundo de la arqueología no se nos escapa que las nuevas tecnologías son una poderosa herramienta para el arqueólogo, ya que gracias a ellas ahorramos un sinfín de tiempo en catas así como en prospecciones y que la documentación que nos proporcionan sobre un yacimiento es muy valiosa.

Todos sabemos que muchos descubrimientos se han hecho desde el aire, creándose incluso una técnica denominada Arqueología Aérea que ya está más que consolidada. La técnica de la arqueología aérea utiliza las fotografías hechas por avión para detectar indicios de construcciones bajo tierra difíciles de distinguir desde el suelo y que, con toda probabilidad, tendrán un origen artificial. A esta técnica se han de añadir las fotos realizadas por satélites, que consiguen una precisión mayor al abarcar un campo de prospección mucho más amplio. Hasta hoy este tipo de fotografías aéreas hechas por satélites estaban sólo a disposición de los profesionales, pero gracias a las nuevas tecnologías informáticas pueden llegar a todo el mundo. Me estoy refiriendo al programa de Google, Google Earth. Para quien no lo conozca (difícil será que haya alguien que, por lo menos, no sepa algo de él) diremos que es un programa en el que se puede ver la tierra desde el aire con fotos hechas por satélite y que cubre toda la extensión del planeta. Es un programa que se enriquece constantemente y que, hoy por hoy, tiene una abundante información sobre lugares, ciudades, monumentos, etc. y que está adobada con fotografías, explicaciones, enlaces, videos y comentarios de viajeros virtuales que dan una nueva perspectiva al hecho de mirar simplemente un mapa. Incluso en su nueva versión lleva un modo de simulador de vuelo con dos tipos de aviones a elegir. (Parece ser que Google ha cambiado el concepto de los atlas tradicionales.)

Pero a lo que íbamos; con este programa podemos desplazarnos por todo el planeta y visitar los lugares en que hemos estado de vacaciones, la casa donde vivimos o los yacimientos o monumentos arqueológicos más conocidos o que quizá nosotros conozcamos. Parece que entre los aficionados a la arqueología está de moda usar este programa para rastrear los suelos del planeta en busca de nuevos yacimientos. La cosa es poco fructífera en realidad, ya que la resolución a nivel del suelo de las fotos es muy baja, (obviamente) y deja poco margen para atisbar con precisión algo que se salga de lo normal, aunque parece ser que alguna vez sí ha habido suerte. Pero lo más corriente es buscar las cosas que ya se conocen. Yo por mi parte quiero mostrar algunos de los yacimientos clásicos de la arqueología vistos desde el satélite. He hecho una brevísima selección. La lista es la siguiente:

LATITUD LONGITUD

Foto nº 1 Las pirámides de Giza (Egipto) 29° 58’37.40”N 31° 08’01.67”E

Foto nº 2 La Acrópolis de Atenas (Grecia) 37° 58’17.48” N 23° 43’43.91”E

Foto nº 3 Pompeya 1 ( vista con el Vesubio) y Pompeya 2 el trazado urbanístico 40°45’00.86” N 14° 29’13.35”E

Foto nº 4 Ciudadela del Machu Picchu (Perú) 13° 09’47.65”S 72° 32’33.90”O

Foto nº 5 Stonhenge (Inglaterra) 51° 10’42.03”N 1°49’32.17” O

Foto nº 6 Tiahuanaco (Bolivia) 16° 33’16.04” S 68°40’18.23”O

Foto nº 7 Colibrí (Nazca, Perú) 14° 41’31.14”S 75°08’56.08”O

Foto nº 8 Eramprunyà (Gavá, Barcelona) 41° 18’50.89” N 1° 57’ 26.70”E

Foto nº 9 Caballo de Uffinghton (Inglaterra) 31° 39’34.59”N 106° 35’ 12.15”O

Foto nº 10 Gigante de Tarapacá (Chile) 19° 57’00.01”S 69°37’58.61”O

Foto nº 11 Gigante de Wilmington (Inglaterra) 50° 48’36.76”N 0° 11’20.07”E

Foto nº 12 Moais (Isla de Pascua, Chile) 27° 07’36.32”S 109°17’18.96”O

Junto a la lista están en negrita las coordenadas (latitud y longitud) donde se sitúa el lugar en cuestión, por si alguien quiere visitarlos. La forma para llegar allí rápidamente es la siguiente:

A) Seleccionar de la barra superior la opción “Marcar Posición”, que viene asignada por el dibujo de una aguja de tablero de corcho.

B) Se nos abrirá una ventana que nos enseñará las casillas de latitud y longitud. Ahí escribiremos (se ha de escribir manualmente porque copiado y pegado no funciona) en la casilla de Latitud, las primeras coordenadas y en la casilla Longitud las que prosiguen.

C) Una vez escritas, seleccionaremos la pestaña ver en la misma ventanita. Allí clicaremos en la opción Restablecer que hay en la parte inferior.

D) Tras clicar en restablecer Google Earth no llevará al punto deseando, y allí le podemos dar a aceptar para dejar marcada la zona para visitarla posteriormente o bien cancelar. Pero ya estaremos en la zona deseada.

Como links les dejo la página de Google para descargarse el programa.

Google Earth

Y ahora pasemos a la muestra fotográfica.

Salud, The Damned.

martes, 6 de mayo de 2008

LAS BEGUINAS

En un pasaje del último libro de Ken Follet, Un Mundo Sin Fin, ---la lectura del cual recomiendo---- la madre priora Cecilia, aconseja a la joven protagonista que, si su deseo es curar enfermos, puede ingresar en la orden de las Beguinas, y termina poniéndole el ejemplo de una de las más famosas de éstas mujeres, Margarita Porete. También le recomienda la lectura de su libro, El Espejo de las Almas Simples.

¿Quiénes fueron las Beguinas?

En una época dominada por la teología más exagerada y machista, donde las ideas teológicas eran el punto máximo del saber y los antiguos escritos de Aristóteles y Ptolomeo eran los libros de enseñanza por excelencia, no cabía la esperanza de que se viera con buenos ojos a un grupo abnegado de mujeres. La medicina había sido, dentro de sus limitaciones machistas, ejercida siempre por hombres de saber, provenientes de la iglesia. Lo demás estaba fuera de lugar y podría sonar a herético. Es en esta época donde surgen las beguinas.

Las beguinas eran grupos de mujeres eruditas que, sin regirse bajo ningún tipo de jerarquía ni pertenencia a ninguna orden clerical, vivían en comunidad. Atendían y socorrían a los enfermos, los ancianos, los desvalidos, los pobres y los huérfanos. Haciendo gala de unas miras más cercanas a los siglos modernos que a la oscura, médicamente hablando, edad media, estas mujeres acabaron ganándose la antipatía de la Iglesia y muchas fueron condenadas por la Inquisición.

Parece que las primeras beguinas aparecieron hacia el siglo XII en Lieja, donde Lambert le Bègue, sobrenombre éste que significa el tartamudo, fundó una iglesia para viudas y huérfanos. Posteriormente, a sus miembros se las conocería como las beguinas. Lambert le Bègue había traducido Los Hechos de los Apóstoles y las Cartas de san Pablo con comentarios propios que rezumaban cierto tufillo herético a las narices eclesiásticas. Desafortunadamente no nos han llegado hasta nuestros días. Pero parece que también escribió una obra para sustentar sus teorías, titulada Antigraphum Petri. Aunque no está claro que lo condenaran y ejecutaran, se sabe que murió alrededor de 1177 bajo la sospecha de que así había sido. Tal vez las cartas que había enviado al antipapa Calixto II intentando argumentar y defender sus tesis le absolvieran, pero en realidad no se tiene certeza absoluta.

Estas mujeres, que podían tener cualquier estado civil, es decir, solteras, casadas o viudas, no tenían una Regla común como el resto de las monjas, ya que hemos dicho que no pertenecían a ninguna orden clerical y podían dejar de ejercer en cualquier momento, sin dar explicaciones a nadie. Las comunidades o beguinages se extendieron rápidamente por Europa y se podían encontrar comunidades de beguinas en Alemania, Italia, Francia e incluso en España. Algunos beguinages llegaron a tener cientos o incluso miles de integrantes. Tal fue la profusión de estas comunidades, que incluso llegaron a aparecer comunidades masculinas del mismo estilo, conocidas como Begardos.

Tal fue el desapego de la iglesia y la intromisión en los ministerios de ésta sin tener la autorización del Sumo Pontífice, que éste decidió tomar cartas en el asunto y en 1307 el Papa Clemente V edita la bula Regnum in Coelis en la que convoca el concilio de Vienne, que fue celebrado entre 1311 y 1312, donde pretende hacer una reforma de base de la Iglesia. Por este concilio el Papa censura la forma de actuar de las monjas y decreta que deben ser prohibidas y excluidas de la Iglesia de Dios. Recordemos que en este mismo concilio el Papa también suprimió la Orden de los Caballeros Templarios. Pero en 1321 el Papa Juan XXII levanta la sentencia ya que “habían enmendado sus formas."

En 1452 otra bula papal, esta vez de Nicolás V, decreta la absorción de las beguinas en la orden de las carmelitas. Y dieciocho años después el Duque de Borgoña, Carlos el Temerario, decreta que la mayor parte del patrimonio de las beguinas fuera trasladado a la misma orden de las carmelitas. Ya en el siglo XVI empezaron a simpatizar con La Reforma y de especial manera con el Anabaptismo. Es por eso que la Inquisición las seguía muy de cerca.

Una de las cosas que más destacó de las beguinas fue la literatura. Algunos autores las ponen junto a los trovadores como precursoras de las lenguas literarias como el alemán, el francés o el flamenco. Muchas de las obras, al ser escritas en lengua vernácula, son consideradas como primeros esbozos de tales lenguas. El estilo de estas mujeres adelantadas a su tiempo estaba muy entroncado con el misticismo, muy del estilo de Hildegarda von Bingen, pero sin esas lúcidas visiones de la mística alemana. Las obras suelen hacer apología del amor puro, incluso algunas fueron mucho más allá al relacionar el amor puro con el amor carnal y ver a Cristo sólo como un hombre. Algunas de estas mujeres y sus obras fueron: Beatriz de Nazaret, que escribió “ Los Siete Grados del Amor”; Matilde de Magdeburgo, considerada una de las madres de la lengua alemana con su obra “La Luz Resplandeciente de la Divinidad”; Hadewich de Amberes, en lengua flamenca, que con su obra “Visiones” revolucionó a todo el patriarcado clerical, ya que casi llegó a confeccionar un “Ars Amandi” medieval; Maria de Oignies, Lutgarda de Tongeren o Juliana de Lieja. Pero entre todas ellas cabe destacar a Marguerite Porete, que escribió en francés el libro antes mencionado, “Espejo de las Almas Simples y Anonadadas”, obra que la llevó al cadalso inquisitorial en 1310.

Marguerite Porete nació hacia 1250 posiblemente en Valenciennes, Francia. Fue una mística acérrima y tradujo las obras del también místico alemán Johannes Eckhard. Tras escribir su obra, la ofreció ante el obispo de Châlons, Pierre de Latihy, el cual la designó como herética. Se le obligó a retirar su obra de circulación, pero ella se negó siendo entonces el libro condenado y quemado en 1306. En 1309, en París, la obra vuelve ser condenada y ella es detenida y juzgada por el Santo Oficio. El 31 de mayo de 1310 es condenada cumpliendo la ejecución de pena de cremación al día siguiente.

La obra que la llevó a la hoguera estaba escrita en francés antiguo y las almas a que hace referencia son aquellas que son tocadas por Dios y lo pierden todo, quedando sólo el amor divino. Escrita a modo de conversaciones, los diálogos alegóricos entre el Amor y la Razón son vistos como heréticos a ojos de los inquisidores. Estos habían traducido la obra al latín (Speculum Simplicium Animarum), gracias a lo cual nos ha podido llegar hasta nosotros, ya que desde el ultimo tercio del siglo XIV aparecieron regularmente traducciones al italiano, inglés y alemán.

LAS DEODATAS, ¿BEGUINAS EN CATALUNYA?

En la ermita de Santa María de Sales, (Sant Boi de Llobregat, Barcelona), hubo radicada una minúscula comunidad de monjas deodatas con un número no mayor de cuatro o cinco miembros. Algunos especialistas han comparado a las deodatas con las beguinas ya que el “modus vivendi” de éstas era prácticamente el mismo. Solían ser mujeres que vivían en comunidad y se dedicaban a enfermos, y gente poco favorecida. Una cuestión importante en las deodatas, en cambio, era su capacidad de autonomía económica y la potestad de administrar sus bienes.

Dolors Sanahuja[1], citando a Montserrat Cabré,[2] nos informa que, durante los siglos IX, X y XI existieron unas mujeres no pertenecientes a reglas monásticas que se dedicaban a la vida religiosa y que eran conocidas cómo deodicatae o deovotae. Estas acostumbraban a ser miembros de la nobleza, pudiendo ser viudas o solteras. Así que se las puede considerar como el precedente de las deodatas bajo medievales o de las beguinas.

La primera fecha en que encontramos una referencia a estas deodatas es en un documento del año 1305 en el que se hace referencia a que estas mujeres ya estaban cuidando de la ermita en 1275. Sanahuja publica en su artículo un documento en que el obispo de Barcelona, Ponç de Gualba, reconoce la existencia de la comunidad de religiosas deodatas en Santa María de Sales y especifica la obediencia directa que le deben éstas al obispo, sometiéndose a los votos de pobreza y castidad.

Sanahuja es del parecer que una comunidad tan pequeña debía de nutrirse con mujeres de las parroquias de los alrededores, pertenecientes al término del castillo de Eramprunyá. También documenta la desaparición de esta comunidad entre el 1333 y el 1334 por orden del obispo de Barcelona.

Hasta aquí un sucinto apunte sobre estas adelantadas mujeres, las beguinas, que vivieron en una época en la que, aunque les perteneció, nunca se las reconoció. Por lo tanto bueno es que hoy las salvemos del olvido y las ponderemos al máximo que nos sea posible, así, aunque lejana en el tiempo, su excelente labor se vea reconocida por todos.

Para los enlaces un par sobre la Beguinas.

Las Beguinas

Beguinas y Begardos

Salud, The Damned

Notas

1] Dolors Sanahuja. Les Deodates de Santa Maria de Sales. Una petita Comunitat Medieval de Dones. ( Las Deodatas de Santa Maria de Sales. Una pequeña comunidad medieval de mujeres.) En Acta historica et archaeologica Medievalia. Departament d’História Medieval. Universitat de Barcelona. Barcelona 1992

[2] Montserrat Cabré. “Deodicatae” y “deovotae”. La regulación de la religiosidad femenina en los condados catalanes, siglos IX y XI. En Las Mujeres en el Cristianismo Medieval.

BIBLIOGAFÍA:

Dolors Sanahuja. Les Deodates de Santa Maria de Sales. Una petita Comunitat Medieval de Dones. ( Las Deodatas de Santa María de Sales. Una pequeña comunidad medieval de mujeres.) En Acta historica et archaeologica Medievalia. Departament d’História Medieval. Universitat de Barcelona. Barcelona 1992