jueves, 2 de septiembre de 2010

Comentario.


Viendo los posts que he subido últimamente, he podido comprobar que en algunos de ellos se ha señalado la casilla de: "Faltan más datos". Eso es interesante porque demuestra que la persona que lo ha marcado ha quedado falta de información y eso le motivará a seguir ampliando el tema. También podría ser que lo que yo he expuesto no ha satisfecho su curiosidad o su necesidad. Ante este dilema, yo propondría que la persona que señalase dicha casilla, dejase un comentario argumentando el tipo de datos que en su opinión echa en falta, de este modo yo podría complementar el post con los datos y crear un segundo artículo con el matrerial faltante. Eso redundaría en el interés del blog y haría a este más interactivo, ya que los lectores podrían proponer los datos faltantes o bien, incluso, temas a tratar.
Aprovechando la ocasión, quisiera dar las gracias a todos los lectores y seguidores que han visitado mi blog y pedir discúlpas por los intervalos tan grandes entre publicación y publicación (Trabajo obliga) esperando que el comentario que he hecho yo hoy, sirva como acicate mútuo para los lectores y para mí mismo.
Salud.
The Damned

sábado, 12 de junio de 2010

Nueva Técnica en Datación de Pinturas Rupestres




Desde que en 1949, Willard Libby descubriera la técnica de datación por medio del Carbono 14 (14C), la datación de utensilios y restos arqueológicos entró en una revolución, ya que se consideró la datación por este medio como una consecución muy aproximada de la edad del objeto en cuestión. Muchos han considerado esta técnica como una datación absoluta, aunque en realidad tiene una fluctuación, pequeña pero que en periodos muy concretos puede inducir a error.
La datación por Carbono 14 puede datar muestras orgánicas en intervalos de menos de 60.000 años. Todo cuerpo orgánico durante su periodo de vida absorbe los isótopos de carbono que se encuentran en nuestra atmósfera y que están producidos como consecuencia del bombardeo de átomos de nitrógeno por neutrones cósmicos. Una vez un organismo ha muerto el isótopo empieza su periodo de desintegración, el cual es de unos 5568 años como había determinado Libby y que estudios posteriores fijaron en 5730. Es decir, que tras la muerte del organismo y pasados 5730 años, la masa de los isótopos se habrá reducido a la mitad en el mismo. Cuando se intenta datar esa muestra orgánica, se calcula el C14 que aun resta en cuerpo midiendo su radiactividad. De este modo se puede precisar el momento de la muerte del organismo y los años transcurridos desde ésta hasta 1950, expresada esta cronología como x años antes del presente (BP, before present) El hecho de que se utilice el año 1950 como limite se debe al alto grado de isótopos radiactivos que se lanzaron a la atmósfera debido a las pruebas de armamento atómico desde ese año en adelante.
Mas a pesar de ser una datación bastante fiable tiene un problema, y es que solo se puede utilizar con muestras orgánicas, ya que un cuerpo inorgánico, obviamente no absorbe el C14.
Pero ahora ha salido una noticia esperanzadora y es qué, según parece, en un estudio publicado en el mes de febrero de 2009 en la revista norteamericana ACS, Analytical Chemistry, por Marvin W. Rowe, a partir de ahora los arqueólogos podrán incorporar un nuevo método de datación al gran abanico de técnicas ya usadas. La principal característica del nuevo método es que está pensado para poder ser aplicado a las pinturas parietales.
De todos es sabido que debido a su fragilidad, las pinturas rupestres son las más difíciles de datar, a parte de que se necesitan unos relativos altos niveles de muestra orgánica para el muestreo, cosa de la cual éstas carecen. Así que, por poca cantidad de materia orgánica que se haya podido conservar en las pinturas, podremos efectuar el análisis. La materia que podríamos encontrar en unas pinturas podría devenir de los compuestos orgánicos usados en la confección de los colores o los restos de materia dejada al aplicar la pintura en la pared, con palos de madera u hojas a modo de pinceles, por ejemplo.
Rowe describe el nuevo método, que es altamente sensible, como un acelerador especto métrico de masas, que tan sólo requiere 0.005 miligramos de Carbono. Esta cantidad es significativamente menor de la que se necesita para datar mediante la datación estandarizada del C14. La investigación llevada a cabo incluyó el análisis de pinturas de numerosos países durante un lapso de 15 años.
Con este nuevo método de datación al fin tendremos una aproximación más fiable a la edad de las pinturas, cosa que nos hará obtener un mejor posicionamiento de estas en la escala cronológica.
Les dejo el enlace al estudio de Rowe en la revista ACS Analytical Chemistry (está en inglés)

Radiocarbon Dating of Ancient Rock Paints

Como acompañamiento musical una música de percusión africana.

Salud.
The Damned





martes, 2 de marzo de 2010

Las Líneas de Nazca,¿Un Enigma Solucionado?




Aunque Pedro Cieza de León ya habló de las líneas del desierto en el siglo XVI, no fue hasta que Toribio Mejía Xesspe a principios del siglo XX y el profesor Paul Kosok, de la Universidad de Long Island, durante la década de los años treinta las comenzara a estudiar, que pasaron a ser objetivo de estudios científicos. La más conocida investigadora de las líneas fue la alemana María Reiche, que siempre consideró los geoglifos como una especie de calendario astronómico gigante.
Muchas han sido las interpretaciones que se han dado a las líneas; desde que fueron lugares de culto hasta que se trataba de líneas de agua. También se ha creído que se usaron como macro telares. Pero una de las más famosas teorías fue la controvertida interpretación del autor suizo Eric von Däniken en los años 70, y que interpretó las líneas y los trapecios como pistas de aterrizaje para naves de los dioses o señales para los mismos.
En realidad, ninguna teoría satisface verdaderamente como explicación de lo que hay realmente en el desierto peruano. Muchas hipótesis parecen parciales y no engloban la totalidad de los dibujos o las pistas para explicarnos su origen o su significado.
Se atribuye la autoría de las llamadas líneas a la cultura Nazca (100 a. C.-700 d. C.) y se asume que todo lo que hay trazado en el desierto fue hecho por esta misteriosa cultura. Soy de la opinión que deberíamos separar los dibujos y símbolos geométricos que aparecen en el desierto, de las llamadas líneas y trapecios. Aunque están mezclados, creo que las líneas son de obra más antigua y de una autoría diferente a la de los Nazca. Quizá se pudieran atribuir a la anterior cultura llamada de Paracas (700 a. C. – 100 d. C.) Los dibujos y símbolos los encontramos claramente en la cerámica de la cultura Nazca, así que parece evidente que ellos son los que deben estar relacionados con dibujos tales como la araña, el árbol , las manos o la ballena, diseño este que ha sido encontrado más de una vez en la cerámica nazqueña. Pero no así las líneas.
Algo especialmente intrigante de esos dibujos no es su impecable manufactura o su envergadura, sino el dibujo en sí mismo. ¿Cómo es posible que fueran representados animales que no tienen su nicho ecológico en aquel desierto? Animales que en realidad están muy alejados de Nazca, como podrían ser un mono o una ballena o un pez o un colibrí entre otros. ¿De dónde sacaron sus modelos los autores de tales dibujos? Eso es algo que por el momento se escapa a cualquier interpretación. Claro que siempre se podrá argumentar que la selva está relativamente cerca. Sí, pero está detrás de la cordillera andina. Realmente no es un trayecto de ida y vuelta en el mismo día. Y lo mismo pasa con el mar, este está aún mucho más cerca que la selva, pero tampoco se va y se vuelve una misma tarde. Aquellos dibujos se hicieron porque los modelos les eran familiares a sus autores y los podían ver con cierta facilidad. ¿Pero cuando hubo monos en el desierto de Nazca? ¿Quizá hace 10.000 años, cuando el desierto de Nazca era un fértil valle de suave clima y abundante vegetación? No lo sabemos, pero lo que está claro es que entonces no hubiera sido posible dibujarlos. En fin, que es un rompecabezas de momento. Pero lo que si es cierto es que parece ser que sus autores fueron los Nazca.
Otra cosa es su significado, eso de momento no podremos saberlo con seguridad. Claro que también podría ser que ellos tan solo copiaran los símbolos y los pasaran a su cerámica, sin ser los prístinos autores de los que hay hechos en el suelo del desierto.
Eso en cuanto a los dibujos, pero ¿Y las llamadas líneas y trapecios? Según mi juicio, esos geoglifos fueron hechos con anterioridad a los dibujos y símbolos geométricos. Mientras que los dibujos están localizados más o menos en una zona muy delimitada, las líneas de dispersan por amplias áreas, quedando algunas muy alejadas de la concentración principal. Además, algunas de las líneas se encuentran en sitios tan inverosímiles como podría ser la ladera de una montaña. Obviamente esa sola línea podría desbaratar más de una hipótesis, incluida la más reciente propuesta por la comunidad científica. Veamos cual es esta opinión.
Según unas recientes investigaciones llevadas a cabo en diferentes campos de la ciencia como la arqueología, la geología y la antropología, parece ser que el misterio de Nazca y sus líneas ya podría estar resuelto con la última y más novedosa hipótesis.
Una arqueóloga norteamericana, la Dra. Christina Conlee de la Texas State University, descubrió durante sus excavaciones realizadas en La Tiza en 2007, los restos de un posible integrante de la comunidad Nazca. Una característica especial de este esqueleto reveló una de las pistas que llevarían a la resolución del enigma de Nazca. Esa característica era que al cuerpo le faltaba la cabeza. A todas luces aquel personaje había sido decapitado. En lugar de la cabeza había aparecido una hermosa vasija en la que se podía ver como un Huango o Guango, un árbol sagrado, brotaba de un rostro humano. (Ver foto a la izquierda) Posiblemente la vasija se utilizó para sustituir la cabeza real del cuerpo.
Ahora faltaba saber quien era aquel al que pertenían los restos. Si realmente era un personaje de la comunidad Nazca o bien un enemigo ejecutado. Se hicieron unas pruebas químicas con muestras de agua recogidas en uno de los puquíos cercanos a la zona de los geoglifos y se analizaron los restos del esqueleto con la prueba del estroncio, para saber donde había vivido y muerto el personaje en cuestión. Los análisis fueron llevados a cabo por la bioarqueóloga Michelle Buzon, que determinó que los restos pertenecían a alguien del hábitat de Nazca, esto es, que debía ser alguien que habitó con la comunidad y que había vivido sus últimos años en el desierto. Esto, junto a algunas señales de violencia encontradas en las vértebras superiores, llevaron a la Dra. Conlee a suponer que los restos de la persona que había encontrado pertenecían a alguien sacrificado en algún ritual. Si a esto unimos que el cadáver estaba en posición sedente y que, además, tenía un ajuar funerario, entonces podremos colegir que el personaje enterrado con sumo cuidado debía ser alguien de categoría en la comunidad y que fue sacrificado como gran ofrenda para algo de suma importancia para el pueblo Nazca. Esto solamente podría ser para una sola cosa: pedir agua, concluyó la Dra. Conlee. Así tenemos que un alto dignatario Nazca fue sacrificado para pedir a los dioses fertilidad y agua.
Por otra parte un geólogo, el geomorfólogo Bernhard Eitel, llegó a la conclusión, tras analizar unas áreas de tierra amarilla que abundan por toda la llanura de Nazca y que resulta ser tierra de aluvión retenida por vegetación, que diez mil años atrás toda la zona que hoy es desierto, fue una tierra cubierta de vegetación de hierba y arbusto y que era muy fértil para la agricultura. En teoría, allí se establecieron las primeras comunidades de seres humanos y explotaron el suelo al máximo. Eso trajo una funesta consecuencia: la aridificación de la tierra por el exceso de desbrozamiento para la agricultura. Todo ello, además, demandaba un abundante gasto de agua.
Pero hacia el año 400 d.C. una serie de ciclos de sequía hicieron que el agua comenzase a ser un bien de primera necesidad y por demás, escaso. Décadas de extrema sequía hicieron que la vida en Nazca se hiciera insoportable y que la vegetación comenzase a desaparecer paulatinamente; el agua no caía y no solo se necesita para los regadíos y el consumo, sino para la vida, para la cerámica, etc. La única solución que parecieron pergeñar los Nazca fue la de contentar a los dioses con un sacrificio. Entonces se contempló esa aterradora idea y se estableció un culto de la fertilidad basado en el sacrificio humano. Prueba de ello serían los restos encontrados por la Dra. Conlee.
Para pedir lluvia era necesario estar en contacto con los dioses, y fue entonces cuando se crearon unos templos al aire libre para esos rituales. Eran lugares de culto donde poder llevar a cabo los rituales para rogar a los dioses por ese bien que cada vez era más escaso. Fue así como se crearon entonces las famosas líneas. Esa sería su función y significado para los científicos hoy día. Las líneas no serían más que templos al aire libre para rogar por el agua y por la supervivencia del pueblo.
Hasta aquí la teoría más aceptada actualmente por la comunidad científica. Pero una cosa se escapa a esta teoría y es ¿Por qué hacer tantas líneas (templos) para hacer los rituales? ¿Ya no servían los anteriores? Y ¿Por qué se concentraban la mayoría en un lugar y había otras en sitios muy alejados? ¿Por qué hacerlas en forma trapezoidal y alargadas en lugar de, digamos, redondas? ¿Por qué tenían que tener esas longitudes en exceso kilométricas? Muchas preguntas, y más que se quedan en el tintero, que esa nueva teoría no puede resolver satisfactoriamente.
El tema de Nazca es, según criterio propio, uno de los mayores enigmas de la humanidad. Posiblemente existen muchas líneas que no han sido contabilizadas o bien que por su lejanía no entran apropiadamente en las hipótesis y teorías que pretenden explicar su origen. Hay muchas que parecen ajenas a todo y que quizá nunca fueron hechas por los nazcas o por los Paracas. En realidad, ¿Quiénes construyeron las líneas?
A ciencia cierta no es posible saberlo, aunque como dije más arriba se atribuye su autoría a los nazcas, no hay nada definitivo que lo confirme. Hay una cantidad ingente de líneas, situadas a muchísimos kilómetros de las ya conocidas situadas al lado de los dibujos. Se las puede encontrar con toda clase de longitudes y anchuras, situadas en los lugares más extraños y a veces, acompañadas de otras cientos, otras veces solitarias o con más símbolos geométricos. Todo un misterio mucho más grande y que, como dije más arriba, una sola de ellas puede tirar abajo muchas teorías, incluida la de que se trataba de templos al aire libre.
Creo que aun estamos muy lejos de poder dar con una explicación satisfactoria que aúne todas las facetas del enigma de las líneas de Nazca. Todavía no estamos en condiciones de decir por qué los nazcas tuvieron ese desmesurado afán por hacer esas líneas y situarlas en lugares tan distintos o extraños. También nos falta mucho hasta imaginar cual es su significado real, algo que creo que nunca sabremos.
Hoy la música que acompaña, ¿cómo no? El Condor Pasa, que lo disfruten.
Salud.
The Damned.

domingo, 3 de enero de 2010

Napoleón Derrotado por el Tifus en Rusia





Tras un período sabático por asuntos personales, vuelvo a retomar la subida de posts a mi blog Calix Permixtio, esperando que los nuevos temas que aporte sean del interés de todos.
Tras estos meses de abstinencia escritora, he decidido cambiar varias cosas en el blog y hacer otras nuevas. Una de estas nuevas cosas será poner un enlace de música adecuada a la época del tema desarrollado, el cual puede ser escuchado mientras se lee el post. Así en este primer artículo del año 2010, como el tema es la campaña rusa de Napoleón, nada mejor que acompañar el relato con la Obertura 1812 de Tchaikowsky. Que la disfruten.
Ahora pasemos al post propiamente dicho.
Es de todos comúnmente aceptado el hecho que el frío y la mala alimentación fueron los que realmente ayudaron a los rusos a derrotar al poderoso ejército francés. Pero un investigador norteamericano ha formulado la hipótesis que fueron los piojos portadores del tifus los que realmente acabaron diezmando a las tropas napoleónicas. Veamos lo que explica la historia.
En junio de 1812 Napoleón cruzó el río Niemen junto a un contingente de más de 700.000 hombres, de los cuáles 250.000 estaban bajo las órdenes directas del emperador francés.
Napoleón había enviado un ultimátum a Alejandro I en San Petersburgo, ofreciéndole una propuesta de paz. El zar desoyó el ofrecimiento de Napoleón y no se rebajó a responder las querencias del emperador. En falta de una respuesta, Napoleón inició su expedición contra Rusia.
Inició el avance por Polonia, donde no encontró casi oposición, avanzando rápidamente. A medida que se iba adentrando en territorio ruso, la resistencia que estos oponían era casi nula, ya que los preparativos para hacer frente al ejército francés, eran desmontados con rapidez, evitando un establecimiento ruso donde poder resistir el avance napoleónico. Esto hizo que los soldados franceses se fueran adentrando cada vez más en territorio profundo ruso. Algunos autores han llegado a pensar que era una especie de estrategia rusa para llevar a los franceses hacia el interior del país.
Finalmente los rusos al mando del general Barclay se enfrentaron a Napoleón en Borondino el 7 de septiembre. La victoria se inclinó hacia el lado napoleónico, tras desarrollarse una de las batallas más sangrientas de la época.
La derrota del general ruso dejó el camino franco hasta Moscú a Napoleón.
Mientras el comandante en jefe de las tropas rusas, Mijail Kutúzov y el gobernador Rostopchín ordenaban la evacuación y la retirada de víveres de Moscú.
Cuando Napoleón arribó a la ciudad, encontró una urbe vacía y quemada por los propios comandantes rusos, que la habían saqueado días antes. Napoleón esperaba encontrar al Zar Alejandro I en la ciudad para que le ofreciera la capitulación, pero muy al contrario los rusos no se daban por vencidos aun y el zar, evidentemente, no había hecho acto de presencia.
Napoleón viendo la situación, tomó la decisión de retirarse. En su retirada se enfrentó entonces al Comandante Kutúzov en la batalla de Maloyaroslávets, que obligó al ejército francés a desviar su camino hacia occidente por Smolensk, camino donde había tenido lugar sin resultados un enfrentamiento anterior con Barclay. A partir de aquí, Kutúzov utilizó la guerra de guerrillas para hostigar a las tropas napoleónicas.
Al no haber renovado las provisiones en Moscú, donde los rusos las habían hecho desaparecer al estilo de la táctica de la tierra quemada, los problemas de Napoleón comenzaron a agudizarse. Las provisiones de agotaban, muchos soldados franceses desertaban en gran número y los rigores del invierno comenzaban a hacer mella en un ejército mal pertrechado para una campaña de invierno a tan bajas temperaturas como las del área rusa. Muchos soldados y caballos murieron a causa del hambre y el frío.
Finalmente Kutúzov atacó al debilitado ejército francés en el cruce del río Berezina, aplastándolo irremisiblemente en una guerra abierta. Después seguiría hostigando al remanente de las tropas napoleónicas hasta expulsarlas definitivamente del territorio ruso en diciembre de 1812.
Sólo 58.000 hombres, de los más de 700.000 que fueron a la campaña rusa volvieron con vida. Aquella derrota marcaría el inicio del declive del imperio francés.
De todos es sabido que lo mal dotados que iban los franceses y las duras condiciones de frío y hambre, dieron el golpe final definitivo a un ejército mermado por el desaliento y la falta de motivación.
Pero las recientes investigaciones de Stephen Talty, un investigador norteamericano, apoyan la idea que el causante de la derrota francesa fue principalmente el tifus.
Talty documenta su teoría a partir del descubrimiento en Vilnus, capital de Lituania, de una fosa común con los restos de dos mil soldados napoleónicos en el año 2001.
En la investigación que se llevó a cabo sobre los restos, se encontraron rastros del tifus.
Según cuenta Talty en su libro The Illustrious Dead, sólo en la primera semana de la campaña rusa, 6000 soldados cayeron enfermos. La falta de higiene y la incompetencia por falta de medios y desconocimiento de los médicos franceses, dejaron el camino libre a los gérmenes que eran transportados por los piojos. Estos diezmaron brutalmente a la ingente tropa napoleónica, pero aun así, Napoleón insistió en llevar a su ejército hasta Moscú.
Según Talty, a Moscú llegarían solamente hombres enfermos y debilitados, que serían fácilmente derrotados en la batalla del río Berezina.
Personalmente creo que es plausible que el tifus hiciera mella en las tropas francesas, y sobretodo si se han encontrado rastros de la enfermedad en los cuerpos de los soldados hallados. Pero una cosa me hace pensar que no sólo fue tifus lo que diezmó a ejército francés, sino verdaderamente el frío y la falta de provisiones. Pensemos que la campaña comenzó en junio, y que el ejército napoleónico no pensaba encontrar muchos obstáculos hasta llegar a Moscú. Pero las cosas se complicaron y se alargaron más de la cuenta, así que sin ir bien equipados para el frío, los soldados mal podrían luchar con ánimo.
Opino que el error de Napoleón fue no prever que la lucha iba a ser más larga de lo que él esperaba y no retornarse para volver a intentarlo en otra ocasión. Tampoco supo ver que se estaba metiendo en una ratonera al adentrarse tanto en territorio ruso.
No considero que Napoleón cometiera el error, como dice Talty, que viendo a su ejército en tan malas condiciones, lo forzara a marchar sobre Moscú. Ese error parece de novatos y no de un formidable estratega que llegó a forjar un imperio a base de impecables victorias militares.
Pero ya se sabe, a veces, hasta los mejores cometen errores.

Salud, The Damned.