sábado, 26 de marzo de 2011

Extraños Animales de la Prehistoria


Hoy tengo intención de comentar algo sobre algunos de los animales más extraños de la prehistoria, exceptuando quizá a los dinosaurios y que, principalmente vivieron en la época de los grandes mamíferos: el terciario. También saldrán a colación algunos que vivieron durante el pérmico, una época anterior a la de los grandes saurios.
El terciario fue una época de transición y al principio de ésta se podían encontrar animales a medio camino entre los dinosaurios y los mamíferos. El aspecto de estos desaparecidos seres era de lo más estrafalario y en ellos podemos comprobar hoy día como la naturaleza y la evolución han estado haciendo su trabajo y cuales han sido sus pruebas de diseño para la adaptación. También se puede evidenciar a las formas que se desestimaron y las que fueron aceptadas.
Los dinosaurios desaparecieron hace 65.000.000 de años, en el período Cretácico de la era geológica conocida como el mesozoico o secundario y los mamíferos ocuparon el nicho ecológico que estos dejaron vacante.
La Tierra tiene una edad estimada de 4.500 millones de años y esta inconmensurable edad los geólogos la han dividido en eras, que a su vez lo han sido en períodos.
Así tendríamos que las eras se dividen de este modo:

--- PRECÁMBRICO dividido en:

Arcaico: (4.500.000.000 años) Al final de este periodo aparecen los primeros animales unicelulares, tipo bacterias y algas azules.

Proterozoico: (2.500.000.000 años) Primeros animales multicelulares, como medusas y gusanos.

--- PALEOZOICO o Primario, dividido en:

Cámbrico: (590.000.000 años) Primeras algas rojas y verdes; abundancia de trilobites.

Ordovícico: (505.000.000 años) Grandes cantidades de Trilobites, braquiópodos, gasterópodos, etc.

Silúrico: (438.000.000 años) Invertebrados marinos y primeras plantas terrestres.

Devónico: (408.000.000 años) Aparecen los primeros helechos con aspecto de árboles, los primeros insectos no voladores y las primeras arañas y ácaros.

Carbonífero: (360.000.000 años) Enormes cantidades de licopodios. Primeras coníferas y ginkos. Se comienzan a extinguir los trilobites y desaparecen los graptolites. Aparecen los primeros reptiles.

Pérmico: (286.000.000 años) Abundancia de helechos y coníferas. Extinción de los trilobites. Reptiles parecidos a mamíferos que posteriormente derivarán en los mamíferos propiamente dichos.

MESOZOICO o Secundario, dividido en:

Triásico: (248.000.000 años) Extinción de helechos con semilla. Auge de ammonites. Aparecen los primeros Arcosaurios, antecedentes de los dinosaurios.

Jurásico: (213.000.000 años) Apogeo de los reptiles (lagartos, serpientes, etc.) y de los dinosaurios.

Cretácico: (144.000.000 años) Extinción de los dinosaurios. Evolución de algunos hacia las modernas aves. Los mamíferos, de menor tamaño, enfilan el camino evolutivo. Apogeo de los
terápsidos.

CENOZOICO dividido en:

TERCIARIO, a su vez dividido en:

Paleoceno: (65.000.000 años) Formación de vastas selvas y bosques en las zonas tropicales. Inicio de las primeras formas evolucionadas de mamíferos.

Eoceno: (55.000.000 años) Desarrollo de los grandes mamíferos. Aparecen las angiospermas.

Oligoceno: (38.000.000 años) Evolución de los mamíferos a clases superiores.

Mioceno: (25.000.000 años) Las aves están en su mayor apogeo. Aparición de los mamíferos superiores actuales.

Plioceno: (5.000.000 años). Extinción y desaparición de muchas de las especies, dando paso a los animales más y mejor adaptados.

CUATERNARIO, a su vez dividido en:

Pleistoceno: (2.000.000 años). Primeros homínidos que encaminarán su evolución hacia el hombre.

Holoceno: (100.0000 años) Aparición del hombre como tal y las primeras civilizaciones. La actualidad.

Como podemos comprobar en esta sucinta tabla, los animales mamíferos hicieron su aparición en el Cretácico, pero no será hasta el terciario cuando consigan ocupar los nichos ecológicos que dejaron los grandes saurios.
Las formas de evolución fueron de lo más diversas y muchos de aquellos animales fueron los antepasados de la mayoría de las especies actuales. Pero otros desaparecieron sin dejar descendencia y sin saber realmente cual fue su función y su taxonomía.
Echemos un vistazo ahora a algunas de aquellas especies y asombrémonos ante la capacidad creativa y de adaptación de la naturaleza.
Antes de los dinosaurios propiamente dichos, podríamos encontrar animales tan extraños como los terápsidos y los cinodontos. Veamos algunos ejemplos:

Robertia, Kannemeyeria y Thrinaxodon:

Robertia apareció a finales del Pérmico y sus restos se han encontrado principalmente en Suráfrica. Medía unos 45 cms. de longitud y era herbívoro. Pertenecía a la clase de los dicinodontos (dos dientes de perro) y mostraba un pico córneo como el de las tortugas actuales.
Kannemeyeria apareció más tarde que el anterior, ya que sus restos se han encontrado en estratos pertenecientes al principio del Triásico. Las zonas donde se han encontrado sus vestigios son Suráfrica, India y Argentina. Este animal podía llegar a medir hasta tres metros de longitud y tener el tamaño de una vaca. También era un dicinodonto y era herbívoro. Lucía, al igual que Robertia, un pico córneo de tortuga.
Thrinaxodon era carnívoro y su aspecto era parecido al de un mamífero. Era capaz de correr velozmente, cosa que lo demuestra la postura erecta de sus patas posteriores. Pertenece a la misma época que Kannemeyeria y sus restos fueron encontrados en Suráfrica y la Antártida. Medía unos 50 cms. de longitud.


Megatherium y Peltephilus:

Megatherium pertenece al Pleistoceno y se han encontrado huesos de este animal en Patagonia, Bolivia y Perú. Aunque parezca imposible, este animal era antepasado de los actuales perezosos de Suramérica. Su envergadura era gigantesca, podía llegar a medir hasta 6 mts de longitud y pesar tres toneladas. Aunque su volumen era enorme, era capaz de erguirse sobre sus patas traseras para alcanzar las ramas más altas.
Peltephilus oscila entre el Oligoceno y el Mioceno. Pertenece a la familia de los Dasipódidos y es antepasado de los actuales armadillos. Se han encontrado sus restos en la Patagonia. Llegó a medir hasta 60 centímetros de longitud. Al poseer grandes dientes del tipo de los caninos, los científicos son de la opinión de que Peltephilus podría haber sido carnívoro o cbien arroñero. Otros científicos opinan que en realidad se trataba de un herbívoro. (Vizcaíno y Farina, en Dieta y Locomoción del Armadillo Peltephilus, Revista Letahia 1997)












Desmostylus y Prorastomus:

Desmostylus pertenece a la familia de los Desmatofócidos, familia de leones marinos primitivos. Era carnívoro y tenía forma de hipopótamo. Vivió en el Mioceno y se han encontrado restos en Japón y la costa oeste de Norteamérica. Tenía una longitud de 1’8 metros.
Prorastomus por su parte pertenece al orden de los Sirenios y sería una antepasado de los actuales manatíes. Este tipo de animales vivió a mediados del Eoceno, pudiéndose encontrar sus restos en Jamaica. De esta especie sólo se ha encontrado un cráneo, partes de la columna y algunas costillas. Debió medir unos 1’5 metros. El aspecto de su cráneo informa que no estaba todavía adaptado a la vida acuática.












Eobasileus y Arsinoitherium:

Perteneciente a la familia de los Uintantéridos, el Eobasileus tenía un aspecto similar a los rinocerontes. Destacaba por sus protuberancias óseas de la cabeza y los dos caninos curvos en la mandíbula superior. Apareció a finales del Eoceno y se han encontrado esqueletos en América del Norte. Debía medir unos tres metros de longitud y tendría una altura de 1’5 metros.
Arsinoitherium apareció a principios del Oligoceno encontrándose su distribución por Europa. Pertenece a la familia de los Arsinotéridos y al orden de los Embritópodos, los cuales no han podido ser encajados en ninguna parte del plan evolutivo. No es tarea fácil encontrarles antepasados ni descendientes.
El Arsinotherium era herbívoro y también tenía el aspecto de un rinoceronte actual, pero sin relación taxonómica con ellos. A destacar sus dos cuernos cónicos y huecos unidos por su base.












Amebelodón, Platybelodón y Deinotherium.

De finales del Mioceno y ubicado su hábitat en América del Norte, Amebelodón llegó a medir hasta tres metros de altura. Perteneciente al suborden de los Elefantoideos, que incluye a tres familias: Los Gonfotéridos y los Mamútidos. Esta clase de animales eran los representantes típicos de la familia de los Gonfotéricos, destacando como curiosidad sus extraños colmillos en forma de paletas. Era herbívoro ramoneador.
Parecido al anterior, Platybelodón vivía en Europa, Asia y África a finales del Mioceno también. Tenía los colmillos en forma de paletas al igual que Amebelodón, pero estas eran más anchas y más cortas y las debía utilizar igualmente para arrancar la vegetación acuática de los lagos y ríos poco profundos. Debía tener la misma altura que su homólogo americano, tres metros.
Deinotherium vivió en la transición del Mioceno al Pleistoceno en Europa, Asia y África. Perteneciente al suborden de los Deinoteroideos, medía hasta cuatro metros de altura. Los Deinoteiroideos eran una especie de elefantes enormes que destacaban porque sus colmillos estaban curvados hacia el suelo. Los científicos aun dudan sobre la utilidad de estos colmillos.




Astrapotherium, Macrauchenia y Pyrotherium

La orden de los Astrapoterios aparece a finales del Paleoceno en América. Algunos de ellos se caracterizaban por una pequeña trompa, como el Astrapotherium, que aparece entre el Oligoceno y el Mioceno en Argentina. Era de cuerpo bajo y de extremidades débiles. Sus pies eran pequeños y plantígrados. Podría parecerse a un hipopótamo y medía unos 2’5 metros de longitud.
El Macrauchenia vivió en Argentina durante el Pleistoceno. Su aspecto estrafalario era el de un camello con patas de rinoceronte, largo cuello y una trompa. Medía tres metros de longitud y era herbívoro.
Pyrotherium era oriundo también de Argentina y vivió a principios del Oligoceno. Los restos hallados dan una longitud de tres metros y su aspecto podría recordar al de un elefante sin trompa.


Palaeotherium e Hyracoterium:

Tanto uno como el otro son antepasados del caballo actual. Palaeotherium vivió a finales del eoceno y a principios del Oligoceno, situándose su hábitat en Europa. Su forma recuerda la de un tapir y posiblemente era ramoneador. Hasta la cruz medía 75 cms.
El Hyracotherium apareció a principios del Eoceno y su hábitat estaba distribuido por América del Norte, Europa y Asia. Era de pequeñas dimensiones, pues medía 20 centímetros hasta la cruz. El Hyracotherium tiene el honor de ser el primer équido conocido. Tanto él como el Palaeotherium tenían dedos (cuatro delante y tres detrás) en lugar de cascos como los caballos de hoy día.










Embolotherium, Brontotherium y Moropus:

Embolotherium y Brontotherium pertenecen a la familia de los brontotéridos, de aspecto de rinocerontes.
Embolotherium surgió a principios del Oligoceno en Mongolia. Tenía una altura de 2’5 metros y ostenta las formas toscas y absurdas que desplegaron los últimos brontoterios. Era ramoneador.
Brontotherium era el equivalente del Embolotherium en América del Norte. Existió a principios del Oligoceno y también medía 2’5 metros de altura. Era mayor que un rinoceronte actual y ostentaba encima del hocico un cuerno en forma de “Y” También debió ser ramoneador de arbustos bajos.
El extraño Moropus pertenecía a la familia de los Calicotéridos, caracterizados por tener grandes garras en lugar de pezuñas. Estas garras les impedían desarrollar velocidad, por lo que los científicos piensan que sufría incapacidad para correr. Existió a principios del Mioceno y su ecosistema estaba situado en Norteamérica. Al principio se pensó que los primeros esqueletos eran de algún tipo de oso hormiguero.


Metamynodon, Indricotherium y Elasmotherium:

El Metamynodon perteneció al efímero grupo de los Aminodóntidos. Su aspecto era parecido al de los hipopótamos. Apareció entre finales del Eoceno y principios del Mioceno. Era un animal de costumbre acuáticas, al estilo de los hipopótamos. Su hábitat se extendía por América del Norte y Mongolia, teniendo una longitud de 4 metros. Es probable que el Metamynodon tuviera los labios prensiles.
El Indricotherium también es conocido con el nombre de Baluchiterium y es considerado como el animal mamifero terrestre más grande que se conoce: medía 8 metros de longitud y sólo el cráneo ya medía 1’3 metros. Su peso se estima en 30 toneladas, cuatro veces más que el peso de un elefante moderno. Su entorno se encontraba en Pakistán y China.
El Elasmotherium es un antepasado del rinoceronte actual y se extendió por Rusia y Siberia durante el Pleistoceno. Medía cinco metros de longitud y se adaptó perfectamente a los rigurosos climas de aquellas zonas durante aquel período. Este animal adolecía de incisivos y probablemente utilizara los labios para arrancar la hierba. Destacaba por su enorme cuerno de casi dos metros y por su densa capa de pelo que cubría la mayor parte de su cuerpo.



Hasta aquí la breve selección de estos extraños animales de curiosas formas. Hubo más, pero lo dejaremos para otro post, al igual que los dinosaurios más extraños. Hasta entonces espero que hayan disfrutado de esta incursión a un pasado poco conocido pero no por ello menos interesante.
Salud.
The Damned.
Para ver las fotos grandes, hay que hacer clic en ellas.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Pinches españoles jodidos, mierda de europa, son de los mas jodidos de alla porque estan en la miseria, seguimos siendo sus padres cabrones, no sirven ni para jugar futbol porque se juega con las pelotas gueyes, pendejos, drogadictos,imbeciles,cabrones, pinches,jotos, puteros,