martes, 11 de septiembre de 2007

LA ÚLTIMA LEGIÓN


Hoy solo voy a escribir unas líneas para comentar una película de temática histórica. La Última Legión es su título. Este film dirigido por Doug Lefler e interpretado en sus principales papeles por Colin Firth y Ben Kingsley, está basada en uno de los postreros libros del autor italiano Valerio Massimo Manfredi, autor también de la excelente obra Alexandros, y en ella se narran las vicisitudes acaecidas tras la coronación del último emperador de Roma occidental, Romúlo Augústulo y su abdicación, forzada por el caudillo bárbaro Odoacro.
La idea principal del film es presentar una hipótesis que explique el origen de Excalibur, la fantástica espada del rey
Arturo.
Yo en verdad aun no me he leído el libro de Manfredi, así que no puedo opinar sobre él, pero sí puedo hacerlo sobre la película. Si alguien cree que yendo a verla podrá aprender algo más sobre la caída del Imperio Romano que vaya empezando a olvidarse de la cuestión, pues la película es una mera cinta de aventu
ras sin más pretensiones, llena de anacronismos y errores históricos que son licencias cinematográficas del director para impulsar el dinamismo del discurso fílmico y han sido hechos con conocimiento de causa por parte de éste. Voy a poner como ejemplo, sin entrar mucho en detalle algunos casos de las más evidentes de las "licencias cinematográficas", dejando de lado anacronismos muy flagrantes como aquel del legionario romano de raza oriental, chino o japonés no lo pude averiguar, que se asoma por allí entre otras lindezas.
La narración comienza con la coronación como emperador del joven Rómulo Augústulo, hijo de un Magister Militum llamado Flavio Orestes que lo había ascendido al puesto de Cesar el 31 de octubre de 475 tras dirigir una insurrección que derrocó al emperador Julio Nepote, siendo éste considerado por algunos historiadores como el verdadero último emperador de la Roma de occidente. En la película la coronación ocurre en el año 476 un día antes de la invasión de Roma por parte de Odoacro y sus hordas.Y un día después de la asamblea en que se reunieron Orestes y Odoacro, para pedir éste último un tercio de la península italiana a cambio de los servicios ofrecidos a Roma. En realidad la entrevista entre Odoacro y Orestes tuvo lugar casi un año antes, el verano anterior a la coronación.
En la obra cinematográfica los bárbaros son presentados como Godos, cuando en realidad el pueblo al que pertenecía Odoacro y los suyos eran los Hiérulos, un pueblo de posible origen germánico (del norte de Germania) o bien escandinavo. Incluso algunos historiadores ponen el origen de Odoacro como esciro.
Tras la caída de Rómulo Augústulo e
l 4 de septiembre de 476, Odoacro le perdona la vida y lo confina en Castellum Lucullanum, en la bahía de Nápoles, dotándolo con una esplendida pensión. No como nos es contado en la ficción, en una fabulosa fortaleza construida en la isla de Capri cientos de años antes por el emperador Tiberio. Tiberio en Capri sólo construyó una impresionante villa de recreo, eso sí, vigilada fuertemente por una buena cantidad de guardias pretorianos.
Aunque en la cinta no se deja entrever muy claramente, Odoacro rechazó ser emperador de Roma y prefirió dar por terminado el Imperio pidiéndole a Zenón, emperador del Imperio de Oriente, que lo reconociera como Dux, haciéndolo así éste. Pero viendo alg
ún peligro por parte de Odoacro, Zenón apoyó la invasión de los ostrogodos al mando de Teodorico en 489 obligándolo a rendirse en 493 tras destruir sus tropas, año en el que parece ser que murió a manos del propio Teodorico.
A partir de aquí cualquier semejanza con la historia real es pura coincidencia y podemos ver en el film que Rómulo Augústulo es rescatado de Capri por un grupo de aventureros, soldados imbatibles, a los cuales se une una luchadora formidable del sur de la India, y es llevado a Britania donde buscan la última legión que da nombre a la película y al libro de Manfredi, la novena Legión. Allí en Britania, tras varias aventuras y peripecias nacerá el mito de la espada Excalibur. Curiosa pirueta entre la leyenda y la historia para crear una cinta de aventuras sin más pretensiones que divertir y hacer pasar un rato agradable. De todas formas creo que, a título personal, mezclar leyenda e historia no es muy recomendable ya que, por desgracia, muchas de las nociones históricas de algunas personas les vienen dadas por el cine y al mezclar los conceptos lo que se hace es dar una visión confusa y sesgada de la historia propiamente dicha. Por lo tanto, lo que sí sería interesante es que la contextualización y la ambientación históricas fueran lo más perfectas y precisas posibles. Por cierto, aunque errados los bárbaros de la película, podrían haber pasado perfectamente por unos estupendos visigodos. De todas formas cintas así hacen pasar un buen rato y a lo mejor incluso hacen crecer el interés por la historia, por lo tanto bienvenidas la cinta y sobretodo el libro de Manfredi.
Hoy el link es el de la página oficial de la película, de donde he extraído las fotos del artículo.

La Última Legión, la película.

Salud, The Damned


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